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Estadísticas / X Bienal Centroamericana

Una lectura de la Décima a través de sus números, por Cynthia Ramos

Los organizadores de la bienal centroamericana decidieron, para la edición de 2016, dar un giro radical en la organización del evento poniendo de manifiesto el deseo de posicionar la bienal centroamericana dentro del panorama internacional del arte como evento realmente “contemporáneo” en su forma y su contenido. El esfuerzo realizado por la bienal, que sostiene su apuesta –y sus desbordes– con creces, se plasma claramente en los números que, a pesar de lo relativos que son siempre, reflejan la amplitud de este ambicioso proyecto concebido por la curadora general Tamara Díaz Bringas, con el apoyo indispensable de tantas y tantos que creen en lo que el arte es capaz de generar.

Hablar de la décima bienal centroamericana en números, es hablar hoy de 67 propuestas artísticas que acumulan unas 130 obras en las que intervienen 110 artistas. Un evento que contó con 10 sedes, 9 proyectos especiales, 8 intervenciones en espacios públicos, 3 talleres y un seminario teórico, implicando entonces la participación de más de 90 personas y la presentación de unas 70 obras suplementarias.

Un dato estadístico –o seudo estadístico–, a pesar de parecer objetivo, no logrará nunca ser más que el reflejo de una realidad percibida desde un cierto ángulo. La idea es poner en evidencia el trabajo realizado, la voluntad de cambio y, ¿por qué no?, conjeturar sobre lo que esto implica concretamente. Hacer hablar un número es siempre inventarle una historia. ¿A quien no le gustan los cuentos?

Durante años, la regla habitual de participación en las bienales centroamericanas de artes visuales quiso que se escogieran 6 artistas de cada uno de los 6 país centroamericanos. Las obras, realizadas con antelación, concursaban según los criterios establecidos por los organizadores en cada país. Con la Décima nos encontramos ante una operación muy diferente. Para resumir, y asumiendo lo reductor de la comparación que pasa por alto algunas excepciones e iniciativas intermedias, se puede decir que se pasa de 6 x 6 = 36, operación que todo el mundo entiende, a una operación algo más compleja tipo 6 + 3 x Y = X + 9 x P = 208. A simple vista, poco claro. Lo cierto es que de 36 a 208 nos encontramos ante un incremento de más del 500%. Sin lugar a dudas, con la Décima quedaron lejos los concursos, los jurados y los premios. Se trata de investigación, conceptos, sinergias, correteos, sorpresas, cansancio?, ingenio y como siempre, arte. He aquí algunos cuentos convertidos en cuadros y gráficos.

La cantidad de artistas por país, como decíamos, ya no responde a cuotas establecidas de antemanomano, sino a criterios curatoriales dentro de los que se incluyen tres proyectos realizados por artistas o colectivos invitados. Esto suma un primer total de 67 proyectos.

ARTISTAS PARTICIPANTES POR PAIS (solos, colectivos)

Participación individual

Colectivos

totales

Hombres

Mujeres

Costa Rica

14

8

5

1

El Salvador

8

2

3

3

Guatemala

11

4

5

2

Honduras

10

4

6

Nicaragua

10

4

4

2

Panamá

11

4

5

2

invitados

3

1

2

67

27

28

12

proyectos

Dentro de los artistas que participan individualmente es de notar el número casi equivalente entre hombres y mujeres.

captura-de-pantalla-2016-12-04-a-las-18-22-40

 

Esta relación se mantiene intacta al tomar en cuenta el género de los artistas participando en colectivos, que en el primer cuadro carecen aun este tipo de distinción.

ARTISTAS PARTICIPANTES EN COLECTIVOS

Hombres

Mujeres

Catapulta. Plataforma cultural multidisciplinaria

1

1

Jeleton

1

1

Operación Queer/Cochona

4

2

The Fire Theory

3

1

Colectivo Con Voz Propia

7

Sitio/Seña

1

2

CASTRELLÓN // SALAZAR

2

CONLON // HARKER

1

1

unity IS SUBMARINE

1

1

Proyecto Monstruo

8

Veinti3

2

1

La EFE

3

11

Total

27

28

55

 

Relevante, por el contrario, el caso de Costa Rica, único país en que el número de hombres participantes es superior al de mujeres a razón de 8 / 5, mientras que el colectivo costarricense de estudiantes universitarios La EFE, invierte la relación a 3 / 11. ¿Qué sucede entre los 20 y los 40 años para que tantas mujeres desaparezcan en el mundo del arte? ¿Tendrá razón Albertine Stahl? ¿Por qué los países vecinos logran mayor equidad? Sin duda es pura casualidad.

En fin, en los 67 proyectos escogidos trabajaron, en realidad, más de 110 artistas. Y es posible decir “más de 110 artistas” porque estos números no incluyen a los colaboradores que, sin ser integrantes permanentes de colectivos, participaron como co-autores en la realización de los algunos de los proyectos mostrados durante la Décima.

El número de participantes aumenta aun más cuando tomamos en cuenta los artistas implicados en los talleres y en los proyectos especiales.

 

PARTICIPANTES EN PROYECTOS ESPECIALES

 

Totales

Hombres

Mujeres

Colectivo

TALLERES

 

1

Banana Experience 3D* – Taller y ceremonia

10

5

5

 

2

Hacer lo público

11

6

5

 

3

Tocar, no dominar (Costa Rica y Nicaragua)

31

13

18

EXPOSICIONES

 

4

Emilia Prieto / Dibujo para bordar

1

1

 

5

Recreaciones A1/2016 (Aníbal López)

15

9

5

1

 

6

La luchita continua

3

3

 

7

Rolando Castellón / Hábitat obra viva de

1

1

OTROS

 

8

Hacer con la superficie

1

1

 

9

Horizonte rocola

25

7

1

17

 

 

98

44

36

18

Podría decirse entonces que la Décima involucró alrededor de 208 artistas: 55 participando individualmente, 55 participando en colectivos y 98 participando en los talleres y los proyectos especiales. En este total, el número de participación por género varía solo de un 3%, con 98 hombres para 92 mujeres, tomando en cuenta que hay un porcentaje relevante no determinado y que además, estos resultados no incluyen los artistas que participaron en La Sonora y en el seminario «Todas las vidas».

ARTISTAS PARTICIPANTES / totales

Totales

Hombres

Mujeres

Colectivo

Participantes individualmente

55

27

28

Participantes en colectivos

55

27

28

Participantes en talleres

52

24

28

Participantes exposiciones especiales

20

13

6

1

Participantes en otros proyectos especiales

26

7

2

17

208

98

92

18

Así entonces, 76 proyectos involucraron más de 208 artistas que mostraron alrededor de 200 obras. En el fondo, si tomáramos en cuenta la cantidad exacta de obras presentadas en los proyectos especiales, sobre todo en las exposiciones Habitat. Obra viva de Rolando Castellon y los tres proyectos editoriales expuestos en TEOR/éTica bajo el título La luchita continua, los espectadores que recorrieron la bienal se deleitaron con unas 300 obras. Por la imposibilidad de conocer el numero exacto de obras en estos dos últimos casos, el numero contabilizado es totalmente simbólico.

PARTICIPANTES / OBRAS

Proyectos

Participantes

Obras

ARTISTAS PARTICIPANTES

67

110

130

TALLERES

3

1

Banana Experience 3D* – Taller y ceremonia

10

2

2

Hacer lo público

11

6

3

Tocar, no dominar (Costa Rica y Nicaragua)

31

13

EXPOSICIONES

4

4

Emilia Prieto / Dibujo para bordar

1

4

5

Recreaciones A1/2016 (Aníbal López)

15

19

6

La luchita continua

3

5

7

Rolando Castellón / Hábitat obra viva de

1

10

OTROS

2

8

Hacer con la superficie

1

9

Horizonte rocola

25

1

76

208

190

En el caso de Horizonte Rocola, que reactivando un espacio del Pasaje Cristal en Limón lo convierte en un proyecto colectivo en el que participan entre 15 y 25 artistas y personas de la comunidad, los murales creados y el espacio renovado están contabilizados como una sola obra.

En fin, de estos 76 proyectos, la Décima bienal centroamericana se llevará el crédito de haber presentado un 79% de proyectos nuevos, inéditos en su presentación o creados enteramente para esta exposición. Así, de los 76 proyectos, 60 mostraron obras que no habían sido nunca expuestas; de éstos, 47 proyectos fueron producidos para la X Bienal.

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Lo esencial aquí es entender lo que implica la presentación de un 79% de obra inédita. El compromiso, la coordinación, el aporte económico y logístico necesario para que esto sea posible no tiene relación alguna con el antiguo sistema, sobre todo cuando se toma en cuenta que para mostrar estos 76 proyectos, implicando unas 200 obras, fue necesario curar, empacar, mover e instalar más de 600 objetos. Es evidente que la bienal no solamente crea un antecedente sino que propone un reto logístico a nivel regional que, de asumirse, no debe olvidar el camino recorrido y los obstáculos encontrados.

Sin entrar en detalles, es evidente para todos que la dificultad que puede existir cuando hay que coordinar con 36 artistas no se asemeja a la dificultad cuando se trata de 200 personas; lo que es necesario prever para mover y montar unas 50 obras, no tiene comparación con lo que implica la misma tarea multiplicada por 5 o por 7; cuando se elijen obras ya realizadas no se está delante del mismo reto que cuando se decide apoyar los artistas en su trabajo produciendo obra nueva. Menos evidente quizás es entender, a partir de estos simples números y de la lógica que los anima, que para continuar realizando un evento de esta envergadura es necesario multiplicar todo –logística, personal, presupuesto– al menos por tres, si no por cinco. Lo que implica percatarse de que la organización ya no puede ser un asunto de unos cuantos apasionados por el arte tratando de multiplicar los panes y los peces a costa del sacrificio de todos y cada uno, sino de la multiplicación de personas y de organizaciones privadas –estatales cuando es posible– comprometidas con el quehacer artístico regional, dispuestas a aportar en logística, en formación y en recursos económicos. Urgente es, igualmente, profesionalizar todo el proceso para simplificarlo y darle el valor que se merecen las personas involucradas –artistas, curadores, coordinadores, gestores, coleccionistas, críticos, técnicos…– y las obras creadas, así sean efímeras.

Esperemos que la curaduría, que centró su visión en la vulnerabilidad y la fortaleza, mostrando inquietudes artísticas comprometidas por su anclaje regional y su historia compartida, siga guiando en su voluntad de recordar y activar luchas –luchitas– continuas no solo por el derecho a una vida digna, a la diversidad y a la palabra, si no también por el derecho de disfrutar de una muestra de arte contemporáneo centroamericano digna de ser vista y compartida más allá de nuestras fronteras.

Cynthia Ramos
Noviembre 2016